En esta entrevista, conocemos la experiencia de nuestra graduada en Diseño y Desarrollo de Videojuegos, Sandra Álvarez. El año 2019 fue seleccionada por King para participar en Women in Games, una iniciativa para potenciar el papel de las mujeres en el mundo de los videojuegos. Solamente 15 chicas de los mejores centros formativos de Europa y Estados Unidos tienen el privilegio de participar. Esta experiencia le abrió las puertas al mundo profesional y con solo 22 años ya ha pasado por King y Ubisoft y ahora aterriza en Smilegate Barcelona, con muchas ganas de seguir desarrollando su talento como programadora de juegos AAA.
- En 3er curso del grado, fuiste becada por King a través del programa Women in Games, que te permitió asistir a la Game Developers Conference de San Francisco. ¿Qué recuerdos tienes de aquella experiencia?
No tengo palabras suficientes de agradecimiento por haber dado el salto al mundo laboral a través de una iniciativa como la de Women in Games. No solo conseguí una posición en King como developer del Bubble Witch 3 Saga, sino que también me regalaron un viaje a la Game Developers Conference, uno de los eventos más importantes para los desarrolladores de videojuegos. En poco tiempo, pasé de mirar las conferencias en remoto a asistir en persona, para más tarde acabar trabajando junto a otros asistentes, entre ellos el resto de ganadoras de la beca. Viniendo de un grado universitario donde estaba rodeada mayoritariamente de chicos, fue fantástico compartir la experiencia con más chicas con los mismos intereses que yo.
- ¿Cómo definirías tu época de estudiante en el CITM: los compañeros, los profesores, las experiencias con los trabajos en grupo, etc.?
En el CITM tuve mi primer contacto con aquello a lo que siempre me he querido dedicar: el desarrollo de videojuegos. En la universidad tuve la oportunidad de formarme profesionalmente y hacer contactos clave para el futuro de mi carrera. Después de haber pasado por tres empresas muy diferentes entre ellas, he observado que una de las capacidades que más se valoran en un candidato es que sea un team player. Precisamente fue Ricard Pillosu, mi exprofesor, quien más énfasis puso en el trabajo en grupo cuando me ofreció trabajo en Smilegate, donde ahora estoy trabajando junto con algunos de mis excompañeros de grupo.
- ¿Tu presente profesional en el mundo de los videojuegos es lo que te imaginabas cuando comenzaste tus estudios en el CITM?
No me esperaba que desarrollar un videojuego fuera un proceso tan complejo y tan divertido. En él participan tantas disciplinas que casi parece magia que acabe saliendo un producto como este. Supongo que eso es lo que lo hace tan especial y único. Cuando empecé los estudios desconocía la mayoría de ellas y tampoco tenía claro en qué me quería especializarse, pero gracias a la diversidad de asignaturas del grado no tardé demasiado en decidirme.
- Te iniciaste en el mundo laboral con un convenio de cooperación educativa del CITM con los estudios Ubisoft. ¿Cómo recuerdas esta primera experiencia laboral?
De nuevo, tuve mucha suerte de cursar las prácticas curriculares en una empresa como Ubisoft, que me dio la perspectiva del triple A en contraste con el móvil. Formé parte del desarrollo de un videojuego de las dimensiones de Assassin Creed Valhalla. Incluso salgo en los créditos, un honor para mí. Sin embargo, tal vez el mayor reto fue mantener el balance de trabajar a jornada completa y paralelamente hacer el trabajo de fin de grado, pero estoy orgullosa de haberlo conseguido.
- Una vez acabadas las prácticas, Ubisoft te contrató y te uniste a su plantilla. ¿Qué trabajo desarrollaste en aquella etapa?
Aunque en Ubisoft ya llevaba el bagaje de King, tuve que volver a aprender a hacer las tareas de mi rol, ya que estaba como tester en vez de developer. Si en King me pasaba el día programando nuevas features, en Ubisoft me pasaba el tiempo probando estas features. Actualmente, que vuelvo a estar como programadora, puedo confirmar que entender las necesidades entre estos dos roles estrechamente relacionados me ha permitido optimizar mi rendimiento y no dudaría en recomendarlo a futuros programadores.
- Tiempo más tarde haces el cambio a la empresa Smilegate, ¿cómo fue?
Como muchos otros, no había oído el nombre de Smilegate antes de recibir la oferta de trabajo, pero al escuchar la descripción del equipo y del proyecto me di cuenta de que la apertura de un estudio para desarrollar un nuevo triple A es una situación excepcional. Estoy viviendo el desarrollo de un videojuego desde el primer minuto, siendo partícipe de cómo crece el equipo y avanza el proyecto.
- ¿Qué ámbitos de los estudios del CITM crees que te han ayudado más en tu incipiente y ya extraordinaria carrera?
Escogí la UPC entre todas las universidades que ofrecen grados de videojuegos por la predominancia de la programación en sus asignaturas. Desarrollo de videojuegos en segundo, motores de videojuegos o inteligencia artificial en tercero o cualquiera de los proyectos son asignaturas que me han ayudado a adquirir y mejorar, tanto las habilidades técnicas y la programación como otras más personales como la colaboración.
- ¿Puedes crear tu propio estilo, es decir, tienes oportunidad de dejar tu huella en el trabajo que desarrollas en estos estudios?
Generar contenido para un videojuego es una actividad inherentemente innovadora y creativa. Incluso algunos de los roles más técnicos involucran una parte artística, como es el caso de un programador de gameplay, que debe presentar tanto una parte de programación como una de diseño. El objetivo final es que el videojuego sea divertido, y esto conlleva, en menor o mayor grado, la firma personal de todos los que lo hacemos posible.
- ¿Cómo ves tu futuro profesional dentro del mercado laboral en el que te mueves?
La barrera de entrada a la industria del videojuego se encuentra en la experiencia que se pide y no en la falta de oferta. El paso más difícil es entrar, no moverse una vez dentro. En un mundo donde solemos vivir enfocados en lo que vendrá y no en lo que tenemos, la verdad es que me considero realmente afortunada de poder poner toda la energía en el momento presente.
- ¿Qué les recomendarías a los chicos y, sobre todo, a las chicas del CITM que sueñan con poder trabajar en una empresa de videojuegos AAA, como es tu caso?
Desarrollar videojuegos no es lo mismo que jugar a videojuegos. Si dedicarte al desarrollo de videojuegos es tu sueño, deja que sea tu pasión la que se encargue de guiarte. Nunca te quedes únicamente con lo que te dan y siempre ve más allá si quieres destacar. Sigue a profesionales de la industria que te inspiren para estar al día en el estado del arte, pero sobre todo pon la teoría en práctica con proyectos personales.