El fotoperiodista Bernat Armangué, alumni del Centro de la Imagen y la Tecnología Multimedia (CITM) y ganador del premio Pulitzer 2023 de fotografía, comparte con nosotros su paso por el Centro, sus proyectos más destacados y algunos consejos para nuestros estudiantes, con la mirada serena de una persona que ha vivido de cerca los conflictos más candentes del planeta. Bernat fue el encargado de inaugurar el curso académico 2023-2024 en la UPC en un acto celebrado el pasado 6 de octubre.
- ¿Cómo recuerdas tu paso por el CITM cuando estudiabas el grado en Fotografía?
Recuerdo que yo escogí venir a Terrassa porque en ese momento era el proyecto más puntero que había en toda la península. Y si tú querías estudiar fotografía de la forma más seria posible, era la única opción que realmente prometía. Y de hecho la prueba es que han salido grandes profesionales de esas generaciones. Fue una apuesta maravillosa.
- ¿Tienes alguna anécdota o experiencia que nos querrías compartir de tu etapa como estudiante del CITM?
Más que anécdotas, una de las cosas que recuerdo muy bien es la interacción con los profesionales. Es decir, tú estudias cosas y a veces no sabes ni por qué las estudias. En los estudios en fotografía hubo un gran esfuerzo por parte de la escuela a la hora de llevar a profesionales de la fotografía bien reconocidos. Estos momentos de interacción con ellos te ponían realmente en contexto y nos servían de guía hacia el futuro. Es lo que más apreciaba, esa realidad aplicada y ese vínculo fuera de los marcos más teóricos. Es lo que hacía la experiencia formativa mucho más real.
- Explícanos brevemente cómo ha sido tu recorrido profesional desde que saliste del CITM.
Todo empezó en el CITM, fue a través de los contratos de prácticas del Centro cuando tuve la oportunidad de realizarlas en el Liceu de Barcelona. Después, por proximidad, estaba el Diari de Terrassa, donde empecé profesionalmente mientras lo compaginaba con los estudios. De ahí pasé a la prensa nacional con El Periódico de Catalunya. Todas estas experiencias me ayudaron a tener una oportunidad como colaborador en la agencia Associated Press, en Barcelona. Luego terminé los estudios y me fui a hacer un reportaje a Camerún con Médicos Sin Fronteras. Ya al volver empecé a trabajar en plantilla en Associated Press en Barcelona y después de un par de años ya me ofrecieron un puesto en Madrid, donde fui a vivir. Luego ya vinieron otros sitios, casi seis años en Jerusalén, cinco años en India, y después, por motivos personales, volví a España, y ahora estoy viviendo de nuevo Madrid. Actualmente, trabajo un poco en toda la península, pero también viajando a otros puntos del mundo.
- Y claro, llega nada más y nada menos que el Premio Pulitzer 2023 en Fotografía. ¿Qué ha supuesto para ti recibir este reconocimiento?
Bien, siempre son sentimientos muy contradictorios: cuando a ti te premian por tu trabajo es algo muy positivo porque es una forma de decirte que estás haciendo bien tu trabajo y eso siempre es agradable. Lo que ocurre es que la gran mayoría de las veces nos premian por historias de auténticos dramas humanos. Entonces, quieras o no, a ti te gustaría no tener que tomar estas fotografías porque te gustaría que estas realidades no existieran. Por tanto, es este tira y afloja entre la alegría y la tristeza. Pero bueno, contento, obviamente, a nivel personal y sobre todo, contento porque tú vas allí con la misión de explicar unas realidades muy complejas y muy complicadas. Y cuando ves que es una manera de hacer llegar un mensaje claro es que lo estás haciendo bien y, por tanto, te da energías para seguir haciéndolo.
- ¿Tienes algún proyecto en el horizonte o algún viaje en los próximos meses?
Hay una parte de nuestro trabajo que tienes controlado, ciertos eventos informativos que se repiten y puedes apuntar en el calendario, pero siempre hay un componente imprevisible, esas noticias de última hora que pueden pasar a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Cuando esto ocurre, preparas la maleta y marchas hacia donde está el nuevo centro informativo. Supongo que en un momento u otro volveré a Ucrania o a cubrir el conflicto entre israelíes y palestinos.
- Y con toda esta experiencia de vida y profesional, ¿qué consejo le darías a los futuros estudiantes a la hora de prepararse para un futuro tan cambiante como el que les espera?
Serían dos consejos. Lo primero es que tengan claro que lo que se aprende no son tanto unos contenidos, como la habilidad de aprender de forma continua a lo largo de una vida profesional. El mundo cambia muy aceleradamente, por tanto, los conocimientos que se adquieren ahora, dentro de unos años, serán seguramente, residuales. Es importante revisar tu trayectoria y objetivos periódicamente y adaptarlos teniendo en cuenta las nuevas variables. El otro consejo es entender la repercusión de nuestro trabajo, puesto que deja una huella dentro de la sociedad. Por tanto, independientemente de formarnos técnicamente, debemos trabajar en la vertiente más humanística, conocer mundo, otras realidades, salir de los espacios de confort y romper nuestras fronteras.
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Gracias, Bernat, por dar visibilidad a tantas realidades y enhorabuena de nuevo por el Premio Pulitzer. Desde el CITM seguiremos tus pasos para ver dónde te lleva tu futuro proyecto.